La pluma de oro
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Resumen
Como «de corral ajeno», por respetar la escrupulosa expresión que empleara don Belarmino Picatoste en carta que dirigió en 1905 al conde de las Navas, infiltramos en esta sufrida página de Avisos una curiosa noticia pajarera que se habí-a disipado en una caja de expedientes sin tramitar. «Tomo por tercera vez la pluma al vuelo» —persiste en las figuraciones aladas el infatigable Picatoste— «para comunicarle que llevo veintitantos días incubando el majín en procura de noticias sobre la ave raris [sic] que en el papel que ahora tengo el gusto de remitirle llaman paleoturdilla. Como entendido que usted es en todo género de volaterí-a, es mi deseo tener confirmación de si alguna vez ha visto espécimen semejante, y si es posible me aclare usted el extremo de que la dicha paleoturdilla es, en efecto, ave de plumaje rizado, carácter pendenciero y canto desapacible, como dice el papel. También pone en una nota al margen, que, guisada al oporto, la paleoturdilla mitiga algo sus arterías, cosa que sin otros elementos de juicio que la mentada pintura del ave, y el interrogatorio a que he sometido a varios pajareros de mi confianza, los cuales no han sabido responderme, me permito dudar».