Pedro M. Cátedra, El sueño caballeresco. De la caballería de papel al sueño real de don Quijote
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Resumen
La literatura de ficción, tal vez la literatura sin otro apellido, nació para ser leída de múltiples maneras. De entre las fábulas mejores de la humanidad el Quijote es, acaso, la más dichosa en posibilidades de varia lección y de disfrute. La virtud del ensayo es la contraria: convencernos de que no hay modo mejor de juzgar un asunto que el que se nos pone delante con la estricta invención de argumentos, el orden con que se exponen las razones y las exactas palabras con que el autor nos confía sus conocimientos. Una ficción ha de ser verosímil; la página erudita debe ser verdad. El libro que Pedro Cátedra titula con evocaciones evasivas es, a pesar del linaje ficticio que invoca su nombre, una lección de razonadas letras. Pero el ingenio nunca fue enemigo del rigor y las mejores ficciones, como los ensayos más cabales, comparten esa vocación por la amenidad y la enseñanza.