Elogio de Francisco Tarafa, primer español posesor de un ex libris, en la colección del Cardenal Granvela
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Resumen
El ex libris impreso, tal como se reconoce en su tipología, surge en el siglo XVI. De 1574 data el francés más antiguo, el de Charles Ailleboust, obispo de Autum, como recoge Walter Hamilton (French-Book Plates, Amsterdam, 1975, págs. 63-65). Fechas semejantes le corresponden, a su vez, al primer ex libris inglés del que se tiene noticia, que está realizado sobre madera y es heráldico. Pero hay al menos dos españoles anteriores, el de Francisco Peña, de hacia 1568, y el de Francisco Tarafa, que es el más antiguo conocido, de 1553. Ya en 1952 Francisco Vindel incluye el de Tarafa [Ensayo de un catálogo de ex libris iberoamericanos (siglos XVI-XIX), tomo II, pág. 160, núm 841], y lo describe como grabado en madera, de 62x76 mm, y formado con doble orla ovalada en la que se lee «Bibliotheca Francisci Tarapha Canonici Barchi.»; lleva en el interior un escudete con una «T», y a los lados «15» «53». Juan Delgado [Los ex libris españoles, Valencia, 1996, págs. 8-9] también reconoce a Tarafa como el primer español que tuvo ex libris.