Un Corán en la correspondencia del cardenal Granvela
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Resumen
En septiembre de 1555, Francisco de Tovar remite desde Nápoles a Granvela un Corán solicitado por el prelado. Se compromete, si hacía falta e irónicamente, a enviarle incluso un zancarrón del profeta, reliquia islámica referente a un hueso de la pierna o brazo de Mahoma, al modo del de santa Teresa. Ante la guerra del papa Paulo IV contra el Emperador, del que no toleraba el pontífice el dominio de Nápoles al ser los Caraffa napolitanos, añade Tovar, sin dejar la ironía, que tomaba a Mahoma por señor en vez de al santo padre. La guerra antiespañola acabaría con la entrada en Roma del duque de Alba, después de la derrota militar del ejército franco-papal en Civitella del Tronto, en abril de 1557, y del triunfo hispano en san Quintín. En este contexto, se menciona al cardenal Guido Ascanio Sforza, conde de Santa Fiora (1518-1564), que fue arrestado ese 1555 por conspirar a favor del partido imperial.