García Sarmiento de Acuña, agente literario de Gondomar en Salamanca
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Resumen
El testimonio más antiguo que conservamos de la librería de don Diego Sarmiento de Acuña es una memoria manuscritaque recoge poco más de setenta títulos [Cátedra ed. 2002]. Puede fecharse en torno a 1594, en un momento en el que su propietario tenía unos veintiséis años de edad. El propio don Diego ejerció de redactor de esta memoria que relaciona, según su título, «los libros ympresos y de mano que ay en mi estudio». Cinco años después, y siendo corregidor en Toro, hizo una nueva memoria de su biblioteca, también encabezada en primera persona [II/2222, fols. 112r-133v], y seguramente sugerida por la conveniencia de llevar cuenta de sus libros ante un nuevo traslado de residencia, esta vez a la Casa del Sol en Valladolid. El crecimiento de la librería en poco más de un lustro es significativo. La primera memoria deja noticia de cuarenta y siete impresos y veinticinco manuscritos, la mitad de los cuales procedían de la biblioteca de Alonso de Osorio, VII marqués de Astorga. Hacia 1599 la cifra de títulos anotados es de quinientos cuarenta, más de un centenar correspondientes a manuscritos.El predominio del castellano es casi absoluto en la colección. Lo más peculiar del incremento corresponde, tal vez, al número de libros en portugués, solo equiparable al de títulos en italiano en un momento de la librería en el que no consta ejemplar alguno, ni impreso ni manuscrito, en lengua francesa ni en inglés. Por lo que respecta a las materias representadas entre los libros portugueses de don Diego, en esencia, coinciden con sus inclinaciones bibliófilas en las demás lenguas, una propensión temprana que nunca abandonaría la orientación temática de la biblioteca: libros de historia, códices poéticos, manuscritos de linajes, prosa de entretenimiento y cierta literatura de devoción.