La inquisición y el inventario de la biblioteca del conde de Gondomar de 1769
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Resumen
Dos son las características que distinguen la biblioteca que reunió Diego Sarmiento de Acuña, Conde de Gondomar, en la Casa del Sol de Valladolid. En primer lugar, su riqueza cuantitativa y cualitativa –especialmente la «curiosidad» de algunos desus títulos–, resultado de lo que su bibliotecario Étienne Eussem concibió como «une bibliothèque fort complète pour un grand seigneur» [RB II/2134, 94 (1619/01/16)]. En segundo lugar, el número de veces que fue inventariada, tanto en vida del Conde, como tras su muerte, una práctica que se prolongó casi siglo y medio después de dicho fallecimiento. Parte de este afán catalogador se debe, sin duda, al propio celo bibliófilo de Gondomar y de sus asesores. Sin embargo, el origen de los inventarios realizados durante el siglo XVIII es algo menos evidente: del de 1775 (RB II/2619) únicamente se sabe que fue obra de Diego de Arratia, administrador del VI Conde Gondomar, mientras que el de 1769 (RB II/2618) indica lacónicamente que «se formó para el arreglo de los libros». Ian Michael y José Antonio Ahijado sugirieron que este último inventa-rio podría haberse elaborado en el proceso de reorganización de las salas de la biblioteca, reducidas de cuatro a tres, ya que el número de libros listados en la última estancia de la biblioteca es muy exiguo [Michael & Ahijado 1996]. No obstante, podría haber otros motivos que justifiquen la redacción del inventario de 1769.