Libros y lectores en la Baeza del siglo XVI

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Concha Lois

Resumen

En una cuidadísima edición del Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas de la Universidad de Salamanca nos llega este libro de Pedro M. Cátedra sobre los orígenes de la imprenta en Baeza, acompañado de la bibliografía de la imprenta en esta ciudad en la segunda mitad del siglo XVI. Todo empieza con un primer impreso, datado en 1550. Es obra bienvenida por cuanto no se había abordado hasta el momento la tipobibliografía de Baeza, y, como es sabido, no existe un repertorio bibliográfico detallado y completo de la imprenta española posterior a 1520: Astorga, Badajoz, Estella, León, Oviedo son solo algunas omisiones ejemplares de lo que aún falta por hacer. Rebajar la ignorancia sobre esas geografías de la imprenta, acaso más disipadas por la comodidad de seguir negando su interés que por el olvido, ya es un propósito estimable. Hacerlo con la meticulosidad y la erudición que Pedro M. Cátedra ha dedicado a la imprenta de Baeza es sencillamente inexcusable dado el volumen de la producción descrita: setenta y seis impresos. Y en la satisfacción de ese engañoso compromiso, que podría haberse eludido en un extenso artículo meramente descriptivo, radica la virtud de esta tipobibliografía. Porque la escasez de libros producidos en la Baeza de ese medio siglo XVI -frente a centros prestigiosos como Salamanca y Alcalá, como Sevilla y Zaragoza- no ha impedido la proliferación de las conclusiones. Donde tantos bibliógrafos querrían ver únicamente inconvenientes numéricos que justificasen su abstención de molestarse en catalogar una producción escasa, Cátedra -como solo ocurre en aquellos que alcanzan el raro grado de maestros- confirma sus virtudes en el manejo admirable de esa materia modesta. Si cortos en número son los libros descritos, larga es la ciencia desplegada para arroparlos en un libro nuevo, el que conforma la parte primera de esta Imprenta, un largo centenar de páginas que son un ejercicio infrecuente de verdaderas letras humanas, una armonía de descripción bibliográfica, de estudios literarios y de consideraciones históricas y de pensamiento. Nunca, que sepamos, los libros fueron ajenos al hombre, y pocas veces, sin embargo, parece la humanidad menos compañera que en estas acumulaciones de títulos que persiguen tan disciplinadamente las tipobibliografías. No todas, pero sí las peores, resultan humanas solo en el descuido o en el error; y de esas incursiones, inquietantes en páginas necesariamente técnicas, quedan libres los impresos de Baeza aquí descritos.

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Cómo citar
Lois, C. (2002). Libros y lectores en la Baeza del siglo XVI. AVISOS. Noticias De La Real Biblioteca, 8(28), 4-5. Recuperado a partir de https://avisos.realbiblioteca.es/index.php/Avisos/article/view/714
Sección
Reseñas