Juan Martínez Cuesta, Don Gabriel de Borbón y Sajonia. Mecenas ilustrado en la España de Carlos III

Resumen

Desde que Benedetto Croce, en su Storia del regno di Napoli (1925), impuso definitivamente la perspectiva culturalista en el estudio del Mezzogiorno, el criterio de análisis histórico en sus diferentes vertientes no ha podido disociar lo cultural de lo político en el reino de Nápoles. Buena muestra de ello son aproximaciones antiguas y clásicas, como la de Nino Cortese, Cultura e politica a Napoli dal Cinque al Settecento (1965). Esta circunstancia se manifiesta en diversos periodos de forma vehemente y uno de ellos es el de Carlos III como monarca napolitano, «il più gran re della capitale del Mediterraneo», según más de un historiador. Es indudable que buena parte del gusto intelectual y artístico de Carlos III, reflejado en su reinado hispánico, no se explica sin su formación napolitana y el brillo palatino de Caserta tras su terminación en 1752, el mismo año en que nace el Infante don Gabriel. Por tanto, este sustrato cultural napolitano estará en la base de la educación del llamado hijo favorito del tercer Carlos, como bien muestra esta biografía, que en muchos momentos supera los límites de lo biográfico para convertirse en un fresco setecentista donde se exponen las prácticas culturales que determinan la formación del Infante. No se descuidan en este panorama las excavaciones arqueológicas de Herculano y Pompeya, vividas por don Gabriel en su infancia, que documentan una pasión por las monedas antiguas plasmada en disertaciones, algunas impresas.